El sector de las gestorías vive un etapa de cambio. La adaptación a las nuevas tecnologías y las técnicas para la supervivencia a la crisis han motivado la creación de gestorías online y las llamadas lowcost.
Como ha sucedido en muchos sectores, la crisis ha supuesto perdidas considerables en este tipo de empresas. En este caso concreto, derivado por los daños colaterales que suponen el cierre de muchos negocios, los cuales aportaban permanencia y estabilidad. A esta situación hay que añadir que las empresas que han conseguido mantenerse a flote deciden reducir costes, por lo que este tipo de actividades empresariales se ven dañadas.
Si centramos la vista en las nuevas tecnologías, se abren dos vías. Por un lado, aparece una nueva manera de desarrollar el trabajo de las gestorías a través de Internet, pero, al mismo tiempo, aparecen problemas para este sector, el auge y asentamiento de la e-administración hace que se puedan realizar más trámites online, lo que se traduce en menos procesos a seguir de forma presencial, y por lo tanto, se reducen el número de personas que en otro momento se encargaban de llevar a cabo esos trámites.
Para autónomos y empresas se plantea un mundo de diferentes opciones, donde poder elegir entre lo tradicional, el modelo online o el formato lowcost.
Ante esta situación, hay que tener en cuenta los pros y los contras de esta nueva tendencia. Con el desarrollo de internet algunas gestorías deciden apostar por ofrecer sus servicios a través del mundo online y, en numerosas ocasiones se hace de manera lowcost.
Una
gestoría online se caracteriza porque su inversión se concentra en su sitio web, de gestión y de atención al cliente, debido a que al recortar gastos de otros aspectos se pueden ofrecer precios más asequibles a los posibles consumidores del servicio.
Precios competitivos, esa podría destacar como la mayor ventaja que presentan las gestorías online y lowcost. A esto hay que sumarle el hecho, de que el cliente puede hacer uso de sus documentos en cualquier momento y lugar, gracias a una plataforma online.
La posibilidad de gestionar en primera persona todos tus trámites administrativos, siempre con la supervisión de la gestoría online pertinente, es otra de las ventajas que se dan en el plano del mundo 2.0. Son numerosas las gestorías que desde sus aplicaciones móviles ofrecen la opción de conocer el calendario fiscal de tu empresa, introducir tus facturas, gastos e ingresos, obtener tus declaraciones, realizar consultas jurídicas, etc.
En muchos casos, este tipo de gestorías cuentan con promociones especialmente creados con la intención de cubrir las necesidades de los emprendedores. Pero no hay que dejar de verificar, a través de un estudio exhaustivo, los servicios que se ofrecen, y después comparar los precios que proponen los distintos proveedores y así poder decantarse por el que mejor se adecue a las necesidades de cada proyecto, en el momento presente, pero siempre teniendo en cuenta las necesidades que se puedan plantear en el futuro.
Pero no todo lo que ofrecen las gestorías a través de Internet son ventajas. Hay quienes se resisten a dar el salto al mundo online, quienes valoran la relación personal con el gestor, empresarios a los que es difícil de hacer cambiar el concepto que tienen de ir a ver a su gestor.
En esa visita al gestor se plantean los problemas, ideas, pensamientos que un día se aparecen y que si no se transmite a través de una conversación de persona a persona quedarían en el tintero, y es que “hablando se entiende la gente”.
El contacto entre profesionales a la hora de resolver cualquier duda o para realizar una consulta es más enriquecedor en el plano físico que en el de una plataforma web, es cierto que se puede contactar a través de llamadas telefónicas, pero también es cierto que no se da, de manera tan sencilla, la posibilidad de mantener una reunión presencial.
Las gestores que ofrecen sus servicios de manera presencial se enfrentan a un proceso de cambio. Para conseguir diferenciarse de sus competidoras las gestorías deben ofrecer servicios que aporten un valor añadido a sus prestaciones, como un buen asesoramiento financiero y fiscal.
Es indudable, que el mundo online establece las pautas a seguir en muchos negocios en la actualidad, por ello no hay que obviarlo, negar lo evidente no es una buena estrategia. Hay que saber adaptarse a los nuevos medios, sin dejar de lado los beneficios de relación presencial.